Qué son los vehículos de sustitución o permuta

“Vehículos de sustitución” y “vehículos de permuta” no son sinónimos. De hecho, son términos que suelen usarse en diferentes contextos. El primero suele estar relacionado con concesionarios y aseguradoras: se refiere a vehículos que se conceden a los clientes cuyo vehículo propio está siendo reparado.

El segundo está más relacionado con la compra o adquisición de un nuevo vehículo. No obstante, a pesar de las diferencias, podría decirse que tanto los vehículos de sustitución como los de permuta están asociados a una especie de intercambio.

¿Qué son los vehículos de sustitución o permuta?

Aunque suelen estar asociados a intercambios, los vehículos de sustitución o permuta son distintos, tal como se describen a continuación:

Vehículos de sustitución

Son los vehículos que los concesionarios o las compañías de seguro entregan a aquellos clientes cuyo vehículo propio se encuentra fuera de servicio. Esto suele ocurrir, casi siempre, cuando el cliente ha enviado su auto a reparar por alguna falla mecánica compleja o por accidente de tránsito. De esa manera, el cliente puede continuar conduciendo mientras culminan las reparaciones. En pocas palabras, son vehículos que los concesionarios o aseguradoras prestan a sus clientes.

Vehículos de permuta

Son aquellos vehículos que un cliente entrega a un concesionario como forma de pago en un proceso de compra de vehículo, sea nuevo o usado. Los concesionarios determinan el valor del vehículo entregado y lo descuentan del valor del vehículo nuevo. En ese sentido, el cliente solo deberá pagar el restante para obtener el vehículo que desea y el vehículo que entrega se pone a la venta a bajo costo.

¿Es una buena idea comprar un vehículo de permuta?

Cuando los concesionarios reciben vehículos como forma de pago, los agregan a su inventario y los venden por precios muy bajos. Si deseas comprar uno de estos vehículos, hay una serie de aspectos que se deben considerar antes de hacer tal inversión:

• Pueden necesitar múltiples reparaciones: como son vehículos de segunda mano, pueden tener numerosas fallas ocultas que obligarán a invertir mucho más dinero en ellos.
• Su historial puede ser contraproducente: es probable que puedan estar asociados a accidentes, multas de tránsito o financiamientos con pagos sin cumplir. En ese sentido, antes de hacer cualquier pago por ellos, es necesario consultar su historial.
• No tienen ningún tipo de garantía: en la mayoría de los casos, los concesionarios venden estos vehículos sin ningún tipo de garantía. En ese sentido, el comprador deberá asumir cualquier falla que aparezca luego de la compra.
• Precio de reventa más bajo: si decides revender vehículos de este tipo, es probable que recibas mucho menos de lo que pagaste inicialmente, sobre todo si no le hiciste mejoras o arreglos.

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