Tener el parabrisas roto puede generarte problemas legales y multas caras
Conducir con un parabrisas agrietado implica muchos riesgos: afecta la conducción, reduce la visibilidad, hace que el vehículo sea más frágil durante una colisión. Por eso la ley lo castiga.
Tener el parabrisas de un vehículo en buen estado es muy importante para garantizar una buena visibilidad y la seguridad de todos los tripulantes. Por eso, si circulas con el vidrio delantero roto puedes tener problemas con la ley y tener multas de lo más costosas.
Circular con el parabrisas –u otros cristales– con daños o roturas que comprometan la visibilidad puede conllevar sanciones de unos cuantos dólares, aunque en general no implican pérdida de puntos.
Tener el parabrisas roto puede generarte problemas legales y multas caras
El parabrisas en buen estado nos ayuda a tener una buena visibilidad en todo momento y bajo cualquier condición climática mientras se conduce. Los accidentes aumentan cuando se maneja bajo condiciones climáticas adversas, que reducen la visibilidad del conductor.
Por otra parte, el parabrisas en buen estado también está relacionado con el buen funcionamiento de la bolsa de aire del acompañante, para que se despliegue en el lugar correcto y pueda proteger al acompañante.
A pesar de la importancia que el parabrisas tiene, muchas personas deciden conducir su auto mientras tienen el vidrio roto o en mal estado.
Tener el parabrisas en buen estado no sólo puede afectar la forma en que conduces, también puede meterte en problemas con la policía. En Estados Unidos existen leyes y reglas que ayudan a cuidar que el parabrisas esté en buen estado.
Las leyes y multas para los conductores con parabrisas rotos o agrietados varían según el estado en donde vives. No todas las grietas son causa de multa, todo depende del tamaño y en qué parte del vidrio esta.
Esto no solo ayuda a garantizar que los autos circulen por las calles en condiciones óptimas y seguras y de no ser así, puede causar un accidente o costosas multas de tráfico.
Es evidente que nadie quiere ser detenido por la policía de tránsito, ya que la mayoría de las veces esto significa que el conductor tendrá que pagar por una infracción. Pero esta práctica sirve como lección para que los conductores respeten el reglamento de tránsito y no se pongan las vidas de otros conductores o peatones en peligro.
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