GM dice adiós a los robotaxis y abandona el proyecto Cruise

GM abandona los robotaxis tras años de pérdidas millonarias y apuesta por sistemas avanzados de asistencia al conductor para autos personales.

GM dice adiós a los robotaxis y abandona el proyecto Cruise

Vehículo de Cruise. Crédito: Cruise | Cortesía

General Motors (GM), uno de los titanes de la industria automotriz, anunció recientemente su salida del negocio de los robotaxis. En lugar de continuar invirtiendo en Cruise, su subsidiaria de vehículos autónomos que ha generado grandes pérdidas, la compañía planea redirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo de sistemas de asistencia al conductor para vehículos personales.

El fracaso de una visión ambiciosa

GM dice adiós a los robotaxis y abandona el proyecto Cruise
Flota de vehículos autónomos de Cruise.
Crédito: Cruise | Cortesía

En 2016, GM adquirió una participación mayoritaria en Cruise Automation con grandes esperanzas de liderar el mercado emergente de los robotaxis. Desde entonces, la compañía destinó más de 10 mil millones de dólares a esta unidad con la intención de construir una flota autónoma rentable.

Sin embargo, a pesar de la magnitud de su inversión, los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas. Cruise apenas generó 500 millones de dólares en ingresos, dejando una enorme brecha financiera.

El punto de inflexión llegó tras un incidente en 2023, cuando un Chevrolet Bolt autónomo de Cruise arrastró a un peatón en San Francisco, desencadenando un escándalo público. La Comisión de Servicios Públicos de California acusó a Cruise de ocultar información sobre el accidente, lo que llevó a la suspensión de su licencia para operar en el estado. El episodio no solo afectó la reputación de la empresa, sino que también expuso los desafíos regulatorios y tecnológicos del sector.

Enfoque en sistemas de asistencia al conductor

La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, explicó que la compañía ahora se centrará en el desarrollo de tecnologías como Super Cruise, un sistema que permite a los conductores quitar las manos del volante en determinadas circunstancias. Este cambio de estrategia refleja el reconocimiento de que la conducción autónoma completa está lejos de ser una realidad comercialmente viable en el corto plazo.

GM planea integrar el equipo técnico de Cruise con sus propias operaciones, aprovechando los avances en inteligencia artificial y sensores para mejorar los sistemas de asistencia al conductor. Este enfoque no solo promete reducir costos en más de mil millones de dólares al año, sino que también alinea mejor las capacidades tecnológicas de la compañía con las demandas actuales del mercado.

Un mercado competitivo y lleno de desafíos

GM dice adiós a los robotaxis y abandona el proyecto Cruise
Vehículo de Cruise en Houston.
Crédito: Cruise | Cortesía

El abandono de GM del negocio de robotaxis es un recordatorio de las dificultades inherentes al desarrollo de vehículos completamente autónomos. Otras empresas, como Ford y Volkswagen, también han reducido sus esfuerzos en este ámbito, citando altos costos y falta de un camino claro hacia la rentabilidad. Ford, por ejemplo, cerró su unidad de vehículos autónomos Argo AI en 2022 tras reconocer que las ganancias no llegarían en años.

Sin embargo, no todas las compañías están retrocediendo. Waymo, subsidiaria de Alphabet, está expandiendo agresivamente su servicio de robotaxis en ciudades como Phoenix, Los Ángeles y Miami. Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, sigue promoviendo su sistema de “conducción autónoma total”, aunque enfrenta escrutinio por problemas de seguridad. Estas iniciativas demuestran que, aunque el mercado es difícil, todavía hay jugadores dispuestos a apostar por la autonomía total.

Lecciones aprendidas para GM

La decisión de GM de abandonar Cruise no es solo una respuesta a las pérdidas financieras, sino también una lección sobre las complejidades del desarrollo tecnológico disruptivo. La compañía ha reconocido que la promesa de los robotaxis requeriría más tiempo, recursos y avances regulatorios de los que estaba dispuesta a comprometer.

A pesar de esta retirada, GM no se aleja completamente de la conducción autónoma. En cambio, está redirigiendo su experiencia hacia sistemas avanzados de asistencia al conductor que ofrezcan beneficios tangibles y de menor riesgo. Según Barra, este enfoque permitirá a GM construir un puente hacia la autonomía total, pero en un marco más manejable y comercialmente viable.

Un cambio estratégico para mantenerse competitivo

GM dice adiós a los robotaxis y abandona el proyecto Cruise
Vehículo de Cruise recogiendo a un pasajero en San Francisco.
Crédito: Cruise | Cortesía

La medida también tiene implicaciones más amplias para la industria automotriz, donde las empresas enfrentan la presión de equilibrar la innovación con la rentabilidad. La retirada de GM del mercado de robotaxis sugiere que las empresas tradicionales podrían centrarse en desarrollos incrementales, dejando la conducción autónoma total en manos de empresas tecnológicas y startups dispuestas a asumir riesgos mayores.

Con las acciones de GM subiendo un 47% en lo que va del año, los inversionistas parecen apoyar esta estrategia. El éxito futuro dependerá de la capacidad de la compañía para capitalizar los conocimientos adquiridos de Cruise y convertirlos en tecnologías útiles y comercializables para sus clientes.

Te puede interesar:

En esta nota

autos autónomos marcas de autos
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain