Aceite de transmisión automática: ¿cuándo debo cambiarlo?

Recuerda que un mantenimiento preventivo no solo protege tu inversión, sino que también contribuye a una experiencia de conducción más segura y placentera.

Aceite de transmisión automática: ¿cuándo debo cambiarlo?

¿Cuándo debo cambiar el aceite de transmisión automática? Crédito: Shutterstock

El aceite de transmisión automática, conocido como ATF (Automatic Transmission Fluid), es esencial para el correcto funcionamiento de tu vehículo. Este fluido lubrica los componentes internos de la transmisión, mientras que ayuda a enfriar y limpiar el sistema, asegurando cambios de marcha suaves y prolongando la vida útil de la transmisión.

Con el tiempo y el uso, el ATF se deteriora, lo que puede comprometer el rendimiento de tu automóvil. Entonces, surge la pregunta clave: ¿cuándo debo cambiar el aceite de transmisión automática?

Importancia del aceite de transmisión automática

Aceite de transmisión automática: ¿cuándo debo cambiarlo?
Cambio de aceite de transmisión automática.
Crédito: Shutterstock

El ATF desempeña múltiples funciones vitales. Además de lubricar las piezas móviles, disipa el calor generado por el funcionamiento de los engranajes y embragues, proporciona la presión hidráulica necesaria para los cambios de marcha y limpia la transmisión al eliminar partículas de metal y otros residuos acumulados.

Sin un ATF en buen estado, la transmisión puede sufrir desgaste prematuro, sobrecalentamiento y acumulación de residuos, lo que podría derivar en costosas reparaciones.

¿Cada cuánto se debe cambiar el ATF?

La frecuencia de cambio del ATF varía según el tipo de transmisión y las recomendaciones del fabricante. Para las transmisiones de doble embrague (DCT) y las de variación continua (CVT), se sugiere realizar el cambio cada 60,000 kilómetros. En el caso de otras transmisiones automáticas, el intervalo recomendado es de 80,000 kilómetros.

Es importante tener en cuenta que estos intervalos pueden variar según el estilo de conducción y las condiciones de uso. Por ejemplo, si conduces frecuentemente en tráfico pesado, transportas cargas pesadas o remolcas, el ATF puede deteriorarse más rápidamente debido a las altas temperaturas de operación. En tales casos, es aconsejable revisar el estado del ATF con mayor frecuencia y considerar cambios más anticipados.

Señales de que el ATF necesita ser cambiado

Aceite de transmisión automática: ¿cuándo debo cambiarlo?
Proceso de cambio de aceite de transmisión.
Crédito: Shutterstock

Además de seguir los intervalos de mantenimiento recomendados, es crucial estar atento a ciertas señales que indican que el ATF puede estar deteriorado:

  • Color oscuro o quemado: el ATF nuevo suele ser de color rojo brillante. Si observas que el fluido ha cambiado a un tono marrón oscuro o negro, es una señal de oxidación y contaminación.
  • Olor a quemado: un olor acre o quemado indica que el ATF ha estado expuesto a altas temperaturas y ha perdido sus propiedades lubricantes.
  • Cambios de marcha bruscos o resbaladizos: si experimentas dificultades o retrasos al cambiar de marcha, podría ser una señal de que el ATF ha perdido su eficacia.
  • Ruidos inusuales: sonidos como zumbidos o golpeteos provenientes de la transmisión pueden indicar problemas relacionados con el ATF.

Consejos para el mantenimiento del ATF

  • Revisiones periódicas: aunque no todos los vehículos cuentan con una varilla para verificar el nivel del ATF, si tu automóvil la tiene, es recomendable revisar el nivel y la condición del fluido regularmente.
  • Utiliza el ATF adecuado: siempre utiliza el tipo de ATF especificado por el fabricante de tu vehículo. El uso de un fluido incorrecto puede dañar la transmisión.
  • Atención a las condiciones de conducción: si conduces en condiciones severas, como climas extremadamente cálidos, terrenos montañosos o con cargas pesadas, considera reducir los intervalos entre cambios de ATF.
  • Consulta el manual del propietario: el manual de tu vehículo proporciona información específica sobre los intervalos de mantenimiento y el tipo de ATF recomendado.

Mantener el ATF en buen estado es esencial para garantizar el rendimiento y la durabilidad de la transmisión automática de tu vehículo. Al seguir las recomendaciones del fabricante y estar atento a las señales de deterioro, puedes prevenir problemas costosos y asegurarte de que tu automóvil funcione de manera óptima.

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