Cosas que nunca debes de hacer en un auto con turbocargador

El turbocompresor es un dispositivo giratorio de alta velocidad que induce aire comprimido en la cámara de combustión y es bastante costoso, por eso es muy importante que lo cuides y que sepas que cosas pueden dañarlo

Motor con turbocargador.

Un motor con turbocargador necesita cuidados especiales.  Crédito: Shutterstock

Actualmente hay muchos modelos de vehículos que están siendo equipados con turbocargadores. Esto permite a los fabricantes de autos ofrecer más potencia incluso en motores de menor cilindrada.

La función del turbocargador es comprimir la mezcla de combustible y aire que se introduce en los cilindros para que el motor reciba una mayor cantidad de mezcla que la que recibiría solo por la acción de succión de los pistones. A este proceso se le llama sobrealimentación y lo que hace es aumentar la potencia del vehículo.

Un auto con turbocargador también necesita servicios de mantenimiento para funcionar adecuadamente y es muy importante que lo cuides, ya que es un elemento costoso de reparar o reemplazar. Además, hay cosas que no debes de hacer para cuidar el turbo, de otra manera puede terminar con su vida útil rápidamente. 

Por eso, aquí te decimos algunas de las cosas que nunca debes de hacer en un auto con turbocargador.

1.- Acelerones del motor frío

Un motor frío es muy susceptible al desgaste. No importa si el motor es de aspiración natural o turboalimentado, un motor frío no debe acelerarse demasiado. 

En los motores con turbocargador, el daño puede ser mucho mayor. El aceite de motor lubrica el motor y lo mantiene a salvo del desgaste. Hasta que el aceite del motor alcanza su temperatura óptima, no se diluye lo suficiente como para llegar a todos los rincones del motor.

Es importante asegurarse de que el motor alcance una temperatura óptima antes de que el turbo funcione a toda velocidad. Si conduces el auto con un indicador de temperatura, vigila la temperatura del motor. Si no hay indicador de temperatura del motor, conduce siempre a baja velocidad, manteniendo las RPM del motor al mínimo para calentar el motor sin dañarlo. 

2.- Deja que el motor se calme

Los gases de escape calientes y la alta velocidad de giro de los turbocargadores los calientan mucho después de conducir. La alta temperatura del turbocompresor hace que se queme mucho aceite de motor y pierda sus propiedades. Además, si apaga repentinamente un automóvil conducido con entusiasmo, los gases de escape quedan atrapados dentro del cargador y pueden corroer el turbo con el tiempo y reducir su vida útil.

Para asegurarte de que el turbocargador permanezca bien lubricado y libre de la mayor parte de los gases de escape, siempre es una buena idea mantener el vehículo turboalimentado en ralentí durante algún tiempo antes de apagarlo.

3.- Usa combustible barato

El combustible espurio o adulterado puede dañar irreversiblemente un motor turbocargado. El combustible barato no se enciende correctamente, lo que crea golpes en el motor y afecta directamente la forma en que funciona el turbocompresor.

4.- Usando el acelerador a fondo al salir de una esquina

Los vehículos turbocargados tienen una respuesta retardada ya que la potencia de salida aumenta tan pronto como el turbo se activa por completo.

La mejor manera de hacer frente a una curva en un automóvil turboalimentado es modulando el acelerador lentamente. Nunca se debe pisar el acelerador a fondo mientras se gira en un vehículo turboalimentado.

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