Sensor de oxígeno: qué es, cómo se limpia y cuándo reemplazarlo
El sensor de oxígeno se encarga de que la mezcla aire y combustible tenga la cantidad correcta de oxígeno. También controla que el carro no contamine.
El sensor de oxígeno del auto o sonda lambda es el encargado de medir exactamente el nivel de oxígeno presente en los gases de escape expulsados por el motor. Está ubicado dentro del colector de escape de un vehículo y manda la información sobre la quema del combustible al ECU del motor.
En otras palabras, el sensor de oxígeno envía una señal a la ECU que indica cuánto oxígeno se encontró en el escape. Con esa información, la ECU ajusta su relación aire-combustible para optimizar la combustión dada la situación actual, y el ciclo se repite.
Sensor de oxígeno del auto: por qué es importante
La mezcla entre oxígeno, gasolina y calor es indispensable para que los motores de combustión interna funcionen. Así que la cantidad correcta de oxígeno es muy importante y para que eso suceda, el sensor oxígeno debe estar siempre en óptimas condiciones.
Si el sensor de oxígeno se encuentra en mal estado, el motor no tendrá el equilibrio correcto entre aire y combustible, además de que el auto estaría funcionando en circuito abierto todo el tiempo y eso no es bueno para el medio ambiente.
Qué diferencias hay entre el sensor de oxígeno 1 y el 2
En los motores de los automóviles modernos, hay dos tipos de sensores de oxígeno desempeñan un papel crucial en el seguimiento y optimización de la mezcla de aire y combustible. Estos sensores, comúnmente conocidos como sensores de O2, brindan información valiosa a la unidad de control del motor (ECU), permitiéndole realizar ajustes en tiempo real para un rendimiento óptimo del motor.
La falla de algunos de estos sensores puede causar problemas de rendimiento en el motor, por lo cual es importante reemplazarlos ante cualquier problema.
Cuándo cambiar el sensor de oxígeno
Por eso siempre debemos estar al pendiente y saber cuándo es necesario cambiarlo o limpiarlo. Aquí te indicamos algunos síntomas que indican cuándo debemos cambiar el sensor de oxígeno:
- Mal rendimiento del auto. El vehículo puede sentirse lento, inactivo, irregular o con fallas al acelerar. Una mala mezcla aire-combustible durante demasiado tiempo puede causar fallas de encendido, bujías defectuosas o incluso atascar el convertidor catalítico.
- Smog test fallido. Si el sensor de oxígeno está en malas condiciones, lo más probable es que no pase el smog test. Es probable que su auto esté emitiendo demasiada contaminación en forma de monóxido de carbono, hidrocarburos y humo.
- Mal olor. Este puede ser un síntoma temprano de que algo anda mal con su sensor de oxígeno. Normalmente, es un olor a “huevo podrido” y se puede incluso extender al interior del auto. Si detectas este mal olor, también podría indicar un problema con el convertidor catalítico.
- Luz de check engine encendida. Un sensor de oxígeno defectuoso puede ser el causante de que la luz de verificación del motor en el tablero se encienda.
Al notar cualquiera de estos síntomas, debes llevar tu auto a revisar y reemplazar el sensor de oxígeno si es necesario.
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