Cómo cambiar limpiaparabrisas paso a paso

Si eres conductor, debes saber cómo cambiar limpiaparabrisas en tu auto para garantizar tu seguridad y la de otros. Estos dispositivos mejoran la visibilidad porque ayudan a eliminar suciedad acumulada en el cristal delantero o disminuir el exceso de agua o nieve en climas adversos.

Los limpiaparabrisas se desplazan sobre la superficie del cristal delantero para dejarla lo más seca y limpia posible. Por esa razón, es necesario cambiar las escobillas limpiaparabrisas cada cierto periodo de tiempo, como parte del proceso de mantenimiento preventivo del vehículo.

Paso a paso para cambiar el limpiaparabrisas

Las escobillas limpiaparabrisas puedes cambiarlas fácilmente, sin necesidad de mano de obra experta. Solo debes seguir las siguientes indicaciones:

1. Saber el tamaño de los limpiaparabrisas

• Para comenzar, debes saber el tamaño de las escobillas limpiaparabrisas que usa tu carro. Si no lo sabes, tienes varias opciones: medirlas, consultar el manual del vehículo o consultar con un proveedor que te lo indique basándose en la marca y el modelo del vehículo.

2. Quitar los limpiaparabrisas viejos

• Cuando tengas el reemplazo, levanta la escobilla del limpiaparabrisas que aún permanece en el vehículo: solo es necesario sostener la base y traerla hacia el frente, es decir, separarla del cristal hasta que quede fija en posición vertical, sin retraerse.
• Coloca una toalla sobre la parte del cristal donde normalmente yace la escobilla del limpiaparabrisas como medida preventiva, en caso de que se dispare y regrese a su lugar. De esa manera, no correrás el riesgo de dañar el cristal.
• En la base de cada limpiaparabrisas, presiona el botón que libere el dispositivo, si esta posee uno. Si no encuentras un botón, retrae el brazo hacia arriba para que libere la escobilla.

3. Poner los nuevos limpiaparabrisas

• Introducir la nueva escobilla en el mismo lugar de donde quitaste la otra y repite todas las acciones en el limpiaparabrisas del otro lado del vehículo.
• Sujétalas por la base nuevamente para regresar ambas escobillas a su posición inicial y disponerlas sobre el cristal delantero del vehículo.

Luego del proceso de reemplazo de las escobillas limpiaparabrisas, puedes hacer una prueba para saber si el sistema funciona correctamente. Es recomendable que mojes el parabrisas antes para saber si las escobillas funcionarán como deben.

Tamaño de limpiaparabrisas: ¿cómo saberlo?

Si buscas saber el tamaño exacto de los limpiaparabrisas de tu vehículo, lo más recomendable es que consultes el manual del propietario. Allí encontrarás todas las especificaciones técnicas al respecto para comprar el repuesto correcto antes de reemplazarlo.

Si no cuentas con el manual de usuario, puedes dirigirte a una tienda especializada donde podrás encontrar guías de fabricantes o asesoría de expertos para saber qué modelo de limpiaparabrisas comprar. Como última opción, también puedes medir la longitud con una cinta métrica.

Escobillas limpiaparabrisas: qué tipos existen

Existen al menos tres tipos de escobillas limpiaparabrisas muy comunes disponibles en la mayoría de los mercados de repuestos:

1. Convencionales

Se trata del tipo de escobilla limpiaparabrisas tradicional, compuesta por una estructura de metal o plástico que se complementa con unos flexores que distribuyen la presión en varios puntos a lo largo de la escobilla para garantizar mayor contacto de la goma con el vidrio.

2. Planos

Son los más usados actualmente porque son más discretos y no intervienen en el campo visual del conductor. Su diseño es bastante sencillo: una pieza de plástico o metal tensado sobre la cual reposa la goma que se encarga de limpiar el cristal.

3. Mixtos

Combinan las propiedades de los limpiaparabrisas convencionales y los planos. En ese sentido, además de tener una estructura sencilla, tienden a ser más efectivos en cuanto a limpieza, sin importar la velocidad que mantenga el vehículo en la carretera.

¿Cada cuánto tiempo debo cambiar los limpiaparabrisas de mi auto?

Aunque muchos expertos no se ponen de acuerdo en cuanto al tiempo exacto para cambiar las escobillas limpiaparabrisas, puedes considerar un mínimo de 6 meses y un máximo de 2 años para hacerlo. También puedes hacerlo de manera preventiva antes de la temporada de lluvia o el invierno.

¿Cómo cambiar escobillas limpiaparabrisas Mercedes?

Si buscas cambiar las escobillas limpiaparabrisas en un Mercedes, debes saber que el proceso puede variar de un modelo a otro. Sin embargo, puedes considerar estos pasos generales:

1. Compra las escobillas limpiaparabrisas adecuadas: asegúrate de obtener las escobillas correctas para tu modelo específico de Mercedes. Puedes encontrar esta información en el manual del propietario del vehículo o consultando con un concesionario o tienda de repuestos.
2. Levanta las escobillas limpiaparabrisas: levanta las escobillas limpiaparabrisas del parabrisas. Puedes hacerlo girando la llave de encendido a la posición “encendido” (sin arrancar el motor) y luego activando los limpiaparabrisas para que se detengan en posición vertical.
3. Retira las escobillas viejas: las escobillas limpiaparabrisas están conectadas a unos brazos metálicos con un gancho o un pasador. Busca el mecanismo de liberación en la parte superior de la escobilla y presiónalo para liberarla del brazo del limpiaparabrisas. Es posible que necesites usar un destornillador plano para hacer palanca y facilitar la liberación.
4. Instala las escobillas nuevas: coloca las nuevas escobillas en su lugar, asegurándote de que estén alineadas correctamente con los brazos del limpiaparabrisas. Presiona hacia abajo hasta que escuches un clic que indique que están bien sujetas.
5. Baja las escobillas: vuelve a bajar las escobillas limpiaparabrisas hacia el parabrisas. Hazlo suavemente para evitar dañar las nuevas escobillas.
6. Prueba las escobillas: enciende el motor y prueba las escobillas limpiaparabrisas para asegurarte de que funcionen correctamente y limpien el parabrisas de manera efectiva.

Si no sabes cómo llevar a cabo el proceso para cambiar los limpiaparabrisas en un Mercedes o no tienes a la mano un manual de usuario, considera hacerlo en un taller especializado para evitar daños en el cristal o en el repuesto, los cuales podrían generar mayores gastos.

No sale agua del limpiaparabrisas: ¿qué hacer?

En ocasiones, puedes descubrir que el agua o líquido limpiaparabrisas no está saliendo como debe, dificultando el proceso de limpieza del cristal. Puedes probar lo siguiente:

1. Verifica el nivel de líquido limpiaparabrisas: comprueba si hay suficiente líquido limpiaparabrisas en el depósito. Si está vacío, llénalo hasta donde recomiende el manual de usuario.
2. Inspecciona las mangueras y conexiones: asegúrate de que las mangueras que transportan el líquido limpiaparabrisas estén conectadas correctamente y no estén obstruidas, con fugas o dañadas.
3. Limpia los orificios de salida: los orificios de salida del líquido limpiaparabrisas pueden obstruirse con suciedad o residuos. Utiliza un alfiler o una aguja para limpiar suavemente estos orificios.
4. Revisa la bomba del líquido limpiaparabrisas: La bomba que impulsa el líquido limpiaparabrisas puede estar defectuosa o atascada. Escucha si puedes oír el sonido de la bomba cuando activas los limpiaparabrisas. Si no escuchas nada, podría ser necesario reemplazarla.
5. Comprueba los fusibles: revisa el fusible correspondiente al sistema de lavado de parabrisas en la caja de fusibles del vehículo. Si el fusible está quemado, reemplázalo por uno nuevo del mismo amperaje.
6. Verifica el interruptor de los limpiaparabrisas: el problema también podría estar relacionado con el interruptor de los limpiaparabrisas. Si el interruptor está defectuoso, es posible que no esté enviando la señal adecuada para activar la bomba del líquido limpiaparabrisas.

Si luego de hacer una revisión general del sistema de limpiaparabrisas no logras dar con la falla, lo más recomendable es que consultes con un experto en un establecimiento especializado para que haga su propia inspección y descubra el origen del problema y la solución correspondiente.

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